La mandarina tiene un amplio rango de adaptabilidad y se cultiva en condiciones climáticas desérticas, semitropicales, subtropicales y mediterráneas. A pesar de este amplio abanico de condiciones de crecimiento, sus diferentes variedades son muy específicas en cuanto a sus requerimientos climáticos para una buena producción y calidad. Mayormente, todas las mandarinas tienen una temporada de cosecha relativamente corta y son muy susceptibles a los daños durante la recolección, el empaque y el transporte al mercado. Sin embargo, si se manipulan con cuidado, las mandarinas pueden almacenarse de manera satisfactoria durante muchas semanas.

A partir de la incorporación de Agrícola Hoja Redonda de Perú, seguimos sumando mandarinas de calidad premium a la producción de nuestros distintos orígenes. Desde San Miguel, cultivamos las variedades Satsuma, Clementina, Afourer, Ellendale, Murcott, Ortanique, Mor, Orri, Valley Gold y Tango.

Afourer y Nadorcott

En general, los árboles de estas variedades son vigorosos, de forma arbustiva, y poseen ramas esbeltas. Los frutos tienen forma aplanada, con cáscara de color naranja intenso, ligeramente granulosa y bastante delgada. Las variedades Afourer y Nadorcott, se pelan con facilidad, y no presentan semillas cuando se cultivan aisladas de los polinizadores. Éstas presentan, en términos generales, un buen nivel de jugo, de sabor muy agradable, suave y dulce, con una acidez bien balanceada.

Tango

El tamaño del árbol es de mediano a grande, de carácter vigoroso y sin espinas. La forma de su copa es esférica. y suele florecer entre los meses de marzo y abril. Esta variedad de mandarina es pequeña o mediana, y no presenta semillas bajo ninguna condición de polinización. Es de fácil pelado, con una cáscara fina, de color anaranjado - rojizo. La pulpa, también muy fina, posee un sabor delicioso. Dependiendo del clima y de la ubicación, alcanza su maduración en el mes de enero. Este producto cuenta con excelentes características para el almacenamiento.

Valley Gold

Se trata de un híbrido, entre las variedades Ellendale y Robin, realizado por polinización manual en 1980. En bloques aislados, los frutos no presentan semillas; en caso de producirse polinización cruzada, el fruto puede presentar de 1 a 3 semillas. El color de la cáscara es naranja – rojo intenso, con una piel muy resistente al manchado. El tono de la pulpa es naranja oscuro. Tiene un sabor excelente y es de fácil pelado. Las mandarinas Valley Gold maduran alrededor del mes de enero, después de la temporada de Clemenules. Mantienen su acidez durante cierto tiempo, lo que las hace muy aptas para la post-conservación, prolongándose así su periodo comercial. Esta variedad presenta gran uniformidad de tamaños de frutos sobre el árbol, los cuales son muy vigorosos y de porte erecto, sin espinas.

Orri

Los árboles de Orri son extremadamente vigorosos, con un hábito de crecimiento similar al de Mor. El fruto es de tamaño considerable, de forma achatada, aunque algo más redondeado que la Nadorcott, y sin nervaduras en el péndulo de la fruta. De un naranja intenso, esta variedad es de fácil pelado y su sabor contiene gran cantidad de azúcar. Presenta bajos niveles de acidez, los cuales se reducen rápidamente de cuatro a seis semanas después de la cosecha. Si bien esta variedad puede presentar un número reducido de semillas (máximo 2 por fruto), está considerada dentro de la familia de las mandarinas sin semillas.

Moria-Murcott

Las mandarinas Mor tienen características similares a las Murcott y, si bien son productivas, pueden ser propensas a la producción alternada si no se manejan adecuadamente. El fruto es de buen tamaño, de maduración tardía y atractivo. El árbol tiene un hábito de crecimiento erguido, vigoroso, produce brotes largos no productivos en los primeros años, con frutos en la parte baja. El fruto es de tamaño mediano a mediano-grande, con algunos frutos más pequeños. La forma del fruto es aplanada a redonda, con cáscara lisa y ligeramente acanalada en el vástago. Es de alta calidad con muy alto contenido de azúcares y suficiente ácido para dar un sabor bien equilibrado. En las áreas de producción frías, la madurez se alcanza de mediados a fines de agosto.

Clementina

Si bien existen muchas variedades, en general las mandarinas son muy productivas y poseen frutas de tamaño chico a mediano. No poseen semillas, presentan muy buen color, son jugosas y de buen sabor y comestibilidad.

En la región mediterránea, en especial en Marruecos y España, la Clementina se ha convertido en la variedad de mandarina más popular y de mayor crecimiento de producción en las últimas cuatro décadas. Las únicas verdaderas Clementinas sin semillas se han desarrollado en España y, según observaciones completas y diligentes, se han descubierto recientemente muchas nuevas mutaciones interesantes. Las Clementinas de California están en el mercado desde mediados de noviembre hasta finales de enero, por ello en ciertas zonas de allí se las conoce como "naranjas de Navidad".

Variedades: Oro Nule, ClemenNule y Clementina Fina, Clemen Luz.

Ortanique

Su árbol es vigoroso, de crecimiento abierto y alcanza un tamaño grande. El fruto es de tamaño mediano y ligeramente achatado en el extremo estilar donde suele formarse un ombligo pequeño. La forma, la textura y grosor de la piel, así como el color externo y la calidad interna se ven afectados en gran medida por el área en la que se produce. Además de mantenerse bien en el árbol, la Ortanique puede almacenarse en forma satisfactoria durante un período considerable sin que el jugo desarrolle sabores desagradables. La cáscara es áspera e inicialmente más difícil de retirar, y esto nunca se logra sin que se desprenda una gran cantidad de aceite de la cáscara. Sin embargo, a pesar de que las paredes de los gajos son algo resistentes, la pulpa es tierna y sumamente jugosa, suele superar el 60% del peso de todo el fruto. El jugo es de un color extraordinario, el sabor es sumamente dulce, pero bien equilibrado con la acidez, y tiene un aroma generoso y fuerte. No desarrolla amargor retardado.

Satsuma

Los árboles son vigorosos, bien desarrollados y espinosos. El fruto es de tamaño mediano a grande y el color de la cáscara es un naranja rojizo muy atractivo. Pelarla es inicialmente más difícil debido a la firmeza del fruto, la cáscara delgada y su fuerte adhesión, pero prácticamente todo el albedo se retira con la cáscara, y quedan gajos tan limpios como en la mejor Clementina. La calidad interna es sumamente alta. El color es naranja intenso, y los gajos son muy jugosos y tiernos con un delicado sabor dulce. Los niveles de ácido son moderados, lo que da lugar a una alta relación azúcar-ácido. Al ser autoincompatible, el fruto no tiene semillas cuando se planta aislado. Las mandarinas Satsuma son aptas para procesamiento para obtener jugo y, al no tener semillas, los gajos son especialmente apropiados para el enlatado en almíbar o jugo natural.

Calendario de producción