Noviembre 18, 2022
Novedades

Con la obtención de una nueva certificación, a partir de este año empezamos a comercializar ingredientes naturales de origen orgánico en Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.

En busca de satisfacer las demandas y las necesidades de consumidores cada vez más interesados en conocer el origen de nuestros alimentos y bebidas, en San Miguel contamos con sellos y certificaciones que avalan una producción responsable, segura y sustentable. 

Durante 2021 nos embarcamos en un nuevo desafío: obtener la certificación USDA–NOP (U.S. Department Of Agriculture) para nuestro proceso industrial para contar con ingredientes naturales con materia prima certificada orgánica (aceites, jugos, pulpas y cáscara deshidratada de limón). El estudio y la implementación del protocolo llevó varios meses hasta lograr la certificación orgánica USDA- NOP en agosto de 2021.

“Un año después duplicamos la apuesta hacia la certificación orgánica AR-UE, auditando ambos protocolos juntos en agosto de 2022 y logrando las certificaciones para el proceso industrial. Estos protocolos nos habilitan también como empresa comercializadora de ingredientes naturales orgánicos producidos a partir del limón”, cuenta Eugenia López Buriek, Gerente Global de Calidad de San Miguel. 

Este nuevo escenario permitió a San Miguel traccionar el desarrollo de fruta con certificación orgánica en la producción primaria local, para abastecer la molienda anual y ofrecer a nuestros clientes este tipo de productos. En la actualidad, la mayor demanda de fruta y derivados de origen orgánico se concentra en clientes de jugos en Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea.

San Miguel trabaja siguiendo los mejores estándares del mercado, buenas prácticas que se validan a partir de diversas certificaciones sobre procesos productivos y productos con los que cuenta la compañía. En este marco, El 100% de nuestras fincas cuenta con certificación GLOBAL G.A.P., la norma con reconocimiento internacional para la producción agropecuaria cuyo objetivo es lograr una producción sostenible, capaz de beneficiar a productores, minoristas y consumidores. Este sello, además de garantizar la trazabilidad de los alimentos y su inocuidad, también se ocupa de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores que intervienen en la cadena productiva. 

“Sin dudas nuestros principales socios en el desarrollo de mejora continua son nuestros colaboradores, que llevan adelante el trabajo día a día y nuestros clientes, quienes a través de visitas, auditorías y un canal de comunicación abierto, nos suben la vara y nos ayudan a seguir creciendo”, concluye Eugenia.