Producción ecológica: Aumentamos nuestra oferta sostenible para clientes de todo el mundo
Con la obtención de una nueva certificación, a partir de este año hemos comenzado a comercializar ingredientes naturales orgánicos procedentes de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.
Para satisfacer las demandas y necesidades de los consumidores, cada vez más interesados en conocer el origen de nuestros alimentos y bebidas, en San Miguel contamos con sellos y certificaciones que avalan nuestra producción responsable, segura y sustentable.
Durante 2021, asumimos un nuevo reto: obtener la certificación USDA-NOP (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) para nuestro proceso industrial, con el fin de contar con ingredientes naturales con materias primas con certificación orgánica (aceites, jugo, pulpa y cáscara de limón deshidratada). El estudio y la implementación del protocolo duraron varios meses hasta que nos otorgaron la certificación orgánica UDS - NOP en agosto de 2021.
"Un año después redoblamos la apuesta para obtener la certificación ecológica AR-UE, auditando ambos protocolos conjuntamente en agosto de 2022, y obteniendo las certificaciones para el proceso industrial. Dichos protocolos también nos autorizan a ser una empresa comercializadora de ingredientes naturales orgánicos a base de limón", afirma Eugenia López Buriek, Gerente Global de Calidad de San Miguel.
Este nuevo escenario ha permitido a San Miguel impulsar el desarrollo de fruta con certificaciones orgánicas en la producción primaria local, para abastecer la cantidad anual de molienda y ofrecer este tipo de productos a nuestros clientes. En la actualidad, la mayor demanda de fruta y sus derivados orgánicos se concentra en clientes de jugos de Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea.
San Miguel trabaja siguiendo los mejores estándares del mercado y buenas prácticas validadas en base a diferentes certificaciones para los procesos productivos y productos de la empresa. En este marco, el 100% de nuestras fincas cuentan con la certificación GLOBAL G.A.P., un estándar reconocido internacionalmente para la producción agrícola cuyo objetivo es obtener una producción sostenible, capaz de beneficiar a productores, minoristas y consumidores. Este sello, además de garantizar la trazabilidad y seguridad de los alimentos, también está relacionado con la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores implicados en la cadena de producción.
"Sin duda, nuestros principales socios en el desarrollo de la mejora continua son nuestros colaboradores, que realizan el trabajo diario, y nuestros clientes, que, a través de visitas, auditorías y un canal de comunicación abierto, nos suben el listón y nos ayudan a seguir creciendo", concluye Eugenia.